LOS POSTRES DE MI TIERRA
Hablar sobre los postres tradicionales que se degustan en Pereira y Risaralda, es traer el recuerdo de deliciosos sabores que nos hacen agua la boca y llenan nuestro cuerpo de una agradable sensación. Es sentirse en contacto con nuestros ancestros indígenas, negros y paisas que han poblado nuestras tierras desde hace muchos años y han impregnado nuestras comidas con su sazón.
La variedad de postres que se servían en nuestra región, siempre estuvieron relacionadas con las frutas, verduras y legumbres que se sembraban en las huertas y fincas y que se intercambiaban con los vecinos para permitir que en las cocinas siempre hubiese variedad de productos con que preparar las delicias que disfrutaban nuestros abuelos.
Era común encontrar los palos de guayabas en los potreros y patios de las fincas, y en tiempos de cosecha, se recogían grandes cantidades De esta fruta y con ellas se preparaban dulces, tortas, bocadillos y otras delicias que llenaban de alegría y buen sabor las mesas de nuestras familias.
Actualmente algunas familias conservan esta tradición.
En nuestras fincas cafeteras también abundaba el banano y el plátano maduro con los cuales se preparaban ricos dulces, sorbetes, tortas o se hacían calados para darle un sabroso final al almuerzo o la comida familiar, que se convertían en los mejores momentos para compartir y conversar sobre muchos asuntos de interés.
En los patios de las fincas se encontraban árboles de mangos, zapotes, guanábanas, naranjas, mandarinas, limones, con cuyos frutos se preparaban ricos postres y dulces que hacían las delicias de los comensales. En algunos lugares se podían encontrar piñas y brevas con los cuales se preparaban postres riquísimos que hacían lucir el gusto culinario de nuestras abuelas. Actualmente estas frutas pueden encontrarse en los mercados de los pueblos y de las ciudades pero se ha ido perdiendo la tradición de su utilización en la preparación de los postres y en la mayoría de los casos se consumen directamente, perdiéndose la posibilidad de degustarlas en otras formas.
De nuestros ancestros indígenas valoramos sus aportes alimenticios como el maíz, la yuca, el aguacate, el yacòn que actualmente se utilizan en la preparación de muchos postres de nuestra región. Con el maíz, por ejemplo se prepara la tradicional mazamorra, que suele acompañarse de trozos de panela y se sirve al final de las comidas. También se preparan con el maíz los envueltos, los subidos y tortas de choclo que actúan como acompañantes y postres.
De la cultura afro descendiente ubicada en los limites de Risaralda con Chocó y que salpica las diferentes regiones de nuestro departamento, es de gran aceptación el uso del chontaduro y el borojò para el consumo directo, pero es poco conocido su uso en la preparación de dulces y postres.
La variedad de postres que se servían en nuestra región, siempre estuvieron relacionadas con las frutas, verduras y legumbres que se sembraban en las huertas y fincas y que se intercambiaban con los vecinos para permitir que en las cocinas siempre hubiese variedad de productos con que preparar las delicias que disfrutaban nuestros abuelos.
Era común encontrar los palos de guayabas en los potreros y patios de las fincas, y en tiempos de cosecha, se recogían grandes cantidades De esta fruta y con ellas se preparaban dulces, tortas, bocadillos y otras delicias que llenaban de alegría y buen sabor las mesas de nuestras familias.
Actualmente algunas familias conservan esta tradición.
En nuestras fincas cafeteras también abundaba el banano y el plátano maduro con los cuales se preparaban ricos dulces, sorbetes, tortas o se hacían calados para darle un sabroso final al almuerzo o la comida familiar, que se convertían en los mejores momentos para compartir y conversar sobre muchos asuntos de interés.
En los patios de las fincas se encontraban árboles de mangos, zapotes, guanábanas, naranjas, mandarinas, limones, con cuyos frutos se preparaban ricos postres y dulces que hacían las delicias de los comensales. En algunos lugares se podían encontrar piñas y brevas con los cuales se preparaban postres riquísimos que hacían lucir el gusto culinario de nuestras abuelas. Actualmente estas frutas pueden encontrarse en los mercados de los pueblos y de las ciudades pero se ha ido perdiendo la tradición de su utilización en la preparación de los postres y en la mayoría de los casos se consumen directamente, perdiéndose la posibilidad de degustarlas en otras formas.
De nuestros ancestros indígenas valoramos sus aportes alimenticios como el maíz, la yuca, el aguacate, el yacòn que actualmente se utilizan en la preparación de muchos postres de nuestra región. Con el maíz, por ejemplo se prepara la tradicional mazamorra, que suele acompañarse de trozos de panela y se sirve al final de las comidas. También se preparan con el maíz los envueltos, los subidos y tortas de choclo que actúan como acompañantes y postres.
De la cultura afro descendiente ubicada en los limites de Risaralda con Chocó y que salpica las diferentes regiones de nuestro departamento, es de gran aceptación el uso del chontaduro y el borojò para el consumo directo, pero es poco conocido su uso en la preparación de dulces y postres.
PUBLICADO: MILENA GUTIERREZ Y ANDERSON LADINO.
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